sábado, 26 de marzo de 2011

Giancarlo Carmona le
pone salsa a San Lorenzo
Pa’ bravo yo
Escribe: Christian Vásquez Cortez
(Desde Buenos Aires)

Giancarlo Carmona vistió la casaquilla de Universitario de Deportes en Lima y fue considerado uno de los mejores laterales de la campaña del 2010. Por eso, el fútbol argentino le metió ojo y este año se puso la camiseta de un grande, el San Lorenzo de Almagro y la está sudando con el alma. La prensa argentina lo persigue y la hinchada azulgrana late como nunca y ha empezado a corear el nombre del peruano. Nuestro corresponsal en Buenos Aires también lo ha perseguido y ha logrado esta nota con el ex merengue, que se mueve en la tierra de Maradona, con el ritmo de la salsa brava chalaca.

Giancarlo Carmona no pudo recibir mejor el año 2011, después de haber hecho una gran campaña con Universitario de Deportes. Uno de los cinco clubes más grandes de Argentina fue a buscarlo y se lo trajo a la ciudad del tango y con ello, iba a cambiar su nostálgica Carmen de la Legua, en el Callao, por el barrio de Boedo en Buenos Aires.
Fui a buscarlo al Bajo Flores, lugar de entrenamiento de San Lorenzo, después de sus grandes actuaciones ante All Boys y Boca Juniors, cuando la prensa local lo tenía medio loco, que inclusive aludió que tenía un strees mediático. Cuando le contamos que es para una revista de la selva de Perú,  accedió exclusivamente a darnos un mano a mano.

Nos contó como se realizó su transferencia al club argentino y por qué le tiene un gran cariño y agradecimiento a Nolberto Solano: “En realidad era algo que se estaba manejando, mi representante me lo comentó. Obviamente traté de no pensar mucho en ello y si se daba, tomarlo de la mejor manera. Había tenido un pre acuerdo con Alianza, pero sabiendo de esa posibilidad, esperé la respuesta final. Gracias a Dios se pudo dar y esperamos hacer una buena campaña” Y el agradecimiento al Ñol, hombre  muy querido por su gran paso por el fútbol argentino fue, según el lateral, porque: “Cuando Nolberto llegó a la “U”, hablaba mucho conmigo, siempre me quiso ayudar, es más, por él llegue a conocer a mi representante, a Juan Domingo Pinieri, quien se portó muy bien y en un trabajo mancomunado se pudo venir aquí, así que todo esto fue por Ñol, quien fue el nexo y me ayudó mucho”.
En San Lorenzo lo han adoptado en tan sólo algunos meses y eso a Giancarlo lo sorprende mucho: “Me ha sorprendido todo, desde la gente, los compañeros, el comando técnico, los dirigentes que me trataron muy bien desde el primer día que llegué, ha sido importante para que, poco a poco, yo agarre confianza en los partidos y me pueda desenvolver de la mejor manera”.
La hinchada le llama “La pantera” y él  sabe, que por ser extranjero,  le miran con más detenimiento. “Sé que es algo normal, en todos lados, cuando uno llega de afuera, la atención va a estar en uno, porque el refuerzo viene a aportar un poco más de lo normal y marcar alguna diferencia. Al principio estaba en un proceso de adaptación, que hasta ahora lo sigo haciendo, pero creo que las cosas van por buen camino”.
Y las cosas le están saliendo bien,  pues su entrenador Ramón Díaz, confía mucho en su capacidad e inclusive ahora le alinea como lateral volante, en su esquema 3-5-2. Carmona se adapta al esquema y así se va ganando la confianza del técnico. “Si, es lo que yo busco, la confianza que tengo del comando técnico, de mis compañeros, así es que solo queda poner de mi parte y seguir trabajando para mejorar y que al equipo le vaya bien”

Giancarlo Carmona está feliz, se ve en sus ojos y es un muchacho humilde que no olvida sus raíces, ni su niñez. Cuando le pregunté como había sido crecer en el Callao, recordó su infancia y de cómo trató de ayudar a su familia: “Trabajé de muchas cosas de pequeño, para poder ayudar a la familia, generalmente los futbolistas venimos de barrios humildes y en mi caso es exactamente lo mismo, y siempre tuve, por ahí, de pequeño, cuando las cosas no iban bien, salir a buscar dinero para la familia… hacía distintos trabajos, por ejemplo cargaba sacos en La Parada, entre otras chambas duras. Habían fábricas por mi casa, me llamaban y tenía que irme todo el día a descargar, y tuve otros trabajos más, me buscaba la manera de ganarme unos pesos”.
Pero eso no le impidió seguir con lo que más amaba, que era el fútbol y después de la chamba, corría detrás de una pelota, soñando algún día con mudarse una camiseta de un equipo grande. Con el apoyo de su familia pudo seguir la ruta de su vida y llegó al Cantolao y no paró hasta San Lorenzo, donde sigue demostrando ese toquecito mágico que aprendió en su barrio, la velocidad y la fuerza que supo ponerse al hombro cuando cargaba sacos en la parada, para frenar el avance del rival. Nos dice que  vive agradecido por cada club donde jugó: “Cada club por donde pasé me dejó una enseñanza, cada uno tiene su etapa, me marcaron mucho, desde que me inicie en Cantolao, en San Marcos, donde estuve un año, en Sullana que me dio la oportunidad de jugar en primera, la “U” fue espectacular, porque  un equipo grande te ayuda a conseguir un nombre y bueno, ahora aquí en Argentina, en un club como San Lorenzo, es un reto”.
Y “la pantera” como le llama la hinchada azulgrana, está demostrando que está para llegar lejos y tiene talento para hacerlo. “Tengo una carrera satisfactoria hasta el momento, mi familia está orgullosa, al igual que yo, me siento muy contento por los logros que estoy obteniendo, pero como te digo, esto todavía sigue, hay un camino largo por recorrer y esperamos seguir demostrando lo que sabemos”.
Y por esas buenas actuaciones, Sergio Markarián lo ha convocado para los amistosos que la selección tenga, y Carmona sabe que tiene que convencerlo con buenas actuaciones si quiere llegar a la Copa América.  Gracias a Dios se dio la convocatoria, ahora el profesor ya empieza  a ver más o menos a toda la gente que está afuera y eso es importante. Vamos a tratar de demostrar que en esta Copa América, Perú puede salir de abajo y mirar con optimismo, de cara con lo que viene en las eliminatorias”.
Se ilusiona, al igual que los 28 millones de peruanos, pero también es realista y sabe que esta Copa será un punto de partida, “El camino es largo, en la Copa América vamos a medirnos con los rivales que están dando la hora  e hicieron un buen mundial, como Uruguay, México y Chile, que son complicadísimos. Lo dije hace unos días, este es un punto de partida, un punto de quiebre, donde vamos a ver para que estamos…”
Ahora espera consolidarse en el equipo azulgrana, y el hecho de haberse insertado rápidamente en el grupo, le está dando resultados que le gustan al entrenador y sobre todo a la exigente hinchada de San Lorenzo. “En realidad me llevo bien con todo el grupo, por ahí con algunos converso un poco más, como con Pablo Velásquez que es una gran persona y un gran jugador, está Botinelli, con el que también charlo bastante, él es un caudillo en el equipo y también Tula, que está pendiente de uno, en el campo habla mucho. Entonces eso está buenísimo para que el grupo este unido, sabiendo que hay tres o cuatro caudillos que pueden guiar al equipo, todos poniendo su granito de arena para lograr cosas grandes”
Le gusta Argentina, aunque me confiesa que como buen chalaco, extraña la buena salsa en los vestuarios, algo que lo anima mucho, pero que no le incomoda tener que escuchar la cumbia argentina. “Yo me voy adaptando porque es el medio donde vivo y uno siempre tiene que adaptarse. No es que la cumbia no me guste tampoco, la puedo escuchar, no tengo problemas, obviamente prefiero la salsa. En el vestuario tengo que escucharla, no me queda otra, pero en el bus camino a la cancha, escucho mi salsa para llegar motivado”. Nos confiesa que escucha El Gran Combo de Puerto Rico y a La Charanga Habanera, música muy movida, muy típica que se escucha en el Callao y eso le pone pilas, un poquito más alegre, porque se acuerda de su barrio, de su gente y eso que los chalacos llevan en la sangre: la bravura.
Y promete que si tiene la oportunidad de marcar un gol, lo celebrará con un paso de salsa, “Estoy pensando en eso... y ojalá pueda darse en algún momento y si Dios quiere, celebraré de esa manera, como los bravos de mi barrio…”