viernes, 16 de diciembre de 2011

EL GRITO DE CAMPEÓN, SE ESCUCHÓ EN CHICLAYO.


Sólo dos equipos de provincia han sentido el placer, y orgullo de regresar a su ciudad y ser considerados héroes, hijos ilustres, ser admirados, adorados, por darle alegría a toda su ciudad. El Melgar de Arequipa en 1981 y el Unión Huaral, en 1989.
Hoy, el denominado “Ciclón del Norte” el Juan Aurich de Chiclayo, pudo sentir  esa sensación de llegar a la “Ciudad de la Amistad” como héroes, como reyes, como lo que son, CAMPEONES.
El equipo dirigido por el colombiano Diego Umaña, vino a Lima a ser historia, a proclamarse campeón, a virar la historia que nunca lo vio dar la vuelta, a llevarse la mística blanquiazul al norte y pintarlo de rojo vivo. Y vaya que lo hizo, a pesar de haber perdido el primer play off en el Elías Aguirre por 2 a 1, el Ciclón del Norte vino a Matute y con el triunfo por 1 a 0 con gol del “cachete” Zúñiga, prolongó a un tercer partido de definición, en el remozado Estadio Nacional.
Después de tanta vaivenes de que si se jugaba o no se jugaba, si se suspendía o no, exactamente 2 horas antes del partido, a las 2 de la tarde (el partido estaba programado a las 4:00 pm) el Ministerio del Interior dio luz verde para la final, a pesar de que la Municipalidad de Lima no quería que se jugara ya que aludía que el Estadio Nacional no contaba con la seguridad para un encuentro como éste.  Con media hora de retraso, y con centenares de gente en las afueras, el arequipeño, Victor Hugo Rivera, dio el pitazo inicial.
Los primeros 45 minutos fue un partido donde Alianza Lima tuvo las chances más claras de ponerse arriba en el marcador, con el cabezazo del argentino Fleitas, que Diego Penny sacó en la línea y los tiros de larga distancia de Visa y compañía hicieron figura al largirucho arquero.  En el segundo tiempo, ya con Ovelar en los vestuarios por lesión,  al equipo de Miguel Ángel Arroé se le notó que las ausencias de Montaño, Jayo y Bazán hacían más falta que las de Chiroque y Zúñiga en el  Aurich. En el segundo tiempo, el partido se tornó de ida y vuelta, las tácticas se fueron dejando de lado y los contra-ataques de los equipos tomó protagonismo en gras del coloso José Díaz. Terminado los 90 minutos, con el cero en los dos arcos, se empezó el tiempo suplementario.
Es ahí donde Diego Umaña mostró la sapiencia de un viejo zorro y de un gran entrenador,  y apostó por los tiros de los 12 pasos metiendo a Renzo Sheput para que tenga la pelota y ganen en la media cancha con Cicciliano y Merino.  Con el 0 a 0 después de los 30 minutos, la tribuna norte se preparaba para ser testigo principal de la gloria del ciclón.
Y es así como Edgar González, primero en patear el penal y - dicen el más importante – mandó literalmente la pelota a la tribuna,  Renzo Sheput adelantó a los chiclayanos, y de ahí en adelante la figura de Penny se engrandeció al taparle los penales a Trujillo y Vílchez, solo Soto pudo marcar. Cicciliano y Balbuena convirtieron sus penales en goles y con el 3 a 1 se consagraron campeones del Campeonato Descentralizado. Felicitaciones a un club que demostró que con trabajo, humildad y buen manejo dirigencial se puede llegar lejos. La ciudad de la amistad, hoy se volvió la ciudad del campeón.